viernes, 4 de marzo de 2011

No les hagas caso cuando te digan que te extraño, los dos lo sabemos...tratan de destruirme. No escuches si te dicen que pienso en ti, o que te lloro. Ya todo es pasado.
No, no es cierto que te necesito y que dejaste un espacio vacío. Es falso que no logro cerrar la ventana que dejaste abierta.
Para nada interesa que no tuvieras motivos para dejarme y que al hacerlo me hayas dejado al borde de un abismo utópico.
No importa que la tinta se haya secado sin escribir un final.
Al fin y al cabo, fuiste solo un tiempo más...de esos que pasan sin dejar huella. No hagas caso cuando te digan que el fantasma de tu recuerdo me atormenta noche y día
. Es mentira.
No es cierto que aun espero que aparezcas por esta puerta que está frente a mi. Para nada, esa historia absurda ya perdió la importancia que tuvo...créeme.
Tus besos solo fueron puñaladas. Debes saberlo, aunque no te importe. No creas que los necesito.
Ya no espero tu llamada, ni mucho menos un mensaje. Ya no. Lo hice, pero perdí en la espera.
No te odio, no podría. Pero mucho menos te quiero.
No creas que esa canción aun me hace pensar en ti.
No pienses siquiera que todas las noches lloro por tu ausencia. Uno se acostumbra, ¿sabes?
No, no me dolio tu adios, ni tus sonrisas, ni las estrellas deshechas, ni mi muerte contigo, ni el aire sin ti.
No te extraño. Ya todo me da igual. Ya no me importas, créeme.
Y créeme tambien si te digo que miento. 

martes, 1 de marzo de 2011

Errores

Dicen que de los errores se aprende. Pero cuando un error lastima a otro y deja una marca, ¿de qué sirve la lección? Cuando el error que cometiste no tiene solución, cuando cometes un error que pone en peligro a los demás, cuando el error puede ser mortal, cuando un error estúpido te marca para toda la vida, cuando un error no tiene perdón, cuando ya es demasiado tarde y por mas de que hagas lo que hagas no podes reparar tu error, sólo se puede llorar, porque hay errores que no tienen arreglo. 
Un corazón roto es como esa botella que se rompió en el verano, partida en pedazos, ya no se puede reparar. Son errores fatales, errores imperdonables. Errores que nos torturan toda la vida. Desesperados intentamos reparar ese error, hacer algo que al menos pueda enmendar en parte todo el daño que hicimos. Hay errores que cambian tu vida para siempre. Hay errores inesperados, fuera de todo cálculo. Son errores que no tienen arreglo. Por arreglar ciertos errores uno daría su vida.