Era solo el comienzo

Era de mañana,  el día estaba soleado. Era unos de esos típicos días de marzo, esos días en los que el verano esta por convertirse en otoño, los cuales a mi pensar son extrañamente encantadores. La brisa corría tranquila por todo el lugar. El liceo se encontraba rodeado de arboles y montes, lo que hacía que el clima se notara aun más lindo de lo que era.
Los salones eran antiguos, con largos corredores que los comunicaban a todos entre si. En el centro del lugar se encontraba una casona aun más vieja que los salones, la cual antiguamente había sido una casa de veraneo ya que estaba rodeada a su vez de un rio que en épocas ya pasadas había sido quien les había brindado diversión y frescura a los visitantes de la ciudad.
El timbre del recreo sonó un minuto antes de lo que debería, los alumnos comenzaron a salir disparados de las clases. Los profesores lo hicieron con un poco más de lentitud, pero poco a poco tanto alumnos como profesores se encontraron fuera de sus clases para darse un leve descanso.
Mis nuevas amigas se encontraban a mi lado tratando de informarme y hacerme conocer los nombres de todos los chicos a los que conocían, y que obviamente habrían deseado que fueran para ellas; Cuando de repente sin darme cuenta deje de escuchar sus incesables charlas, para pasar a darle importancia a alguien que sin querer había llamado mi atención.
El era de una estatura promedio para los chicos de su edad, llevaba jeans claros y un buzo escote en V de color rojo. Su pelo era negro y lacio, le caía en un flequillo sobre su frente.  Su cara era delgada, al igual que el resto de su cuerpo. Sonreía, y su sonrisa me saco de eje y termine mirándolo por al menos  10 segundos, sin darme cuenta de que una de mis amigas me había hablado. Sin darle importancia a su pregunta directamente les pregunte cual era su nombre.
No sabía bien porque pero Fue un nombre que resonó sin razón alguna en mi cabeza. Volví a mirarlo, pero esta ves no solo me tope con su sonrisa reluciente, sino también con su mirada. Una mirada que termino de desenfocarme totalmente, una mirada que no había visto nunca en ninguna otra persona. Una de esas miradas que no podes evitar seguir.  De pronto la bajo, como avergonzado y fue cuando logre volver a mi.  Era una locura todo lo que sentía en ese momento. Nunca antes me había pasado algo igual, nunca antes había sentido esa sensación de conocer totalmente a un completo desconocido, ni mucho menos sentir emociones de amor por alguien a quien nunca antes había visto. Pero eso solo fue el comienzo. Eso solo fue una advertencia, una introducción a todo lo que sin saber me comenzaría a interesar después.